Hacia fines del siglo XX, ciertos factores que contribuyeron a la globalización económica y cultural, como el avance de los medios de comunicación por fuera de los límites estatales, el incremento de la movilidad de personas, el desarrollo científico y tecnológico, el aumento de organismos internacionales, el auge de las multinacionales y la creciente vinculación de los Estados en integraciones regionales, brindaron un escenario propicio para instalar en la agenda glotopolítica del español -así como de otras lenguas- la necesidad de reflexionar sobre su estatuto simbólico como lengua internacional, de proponer líneas de acción orientadas a dotarla de una imagen determinada y, como parte de este proceso, de debatir o determinar la conformaci...